La chilena nos contó que los cuatro días de competencia en Brasil se los tomó con relajación, pues quería vivir la experiencia de volar junto a 100 pilotos de todo el mundo. Incluso, el primer día se le olvidó hacer los trámites para obtener el puntaje, aun así, fue la mejor rankeada dentro de los competidores nacionales: “logramos tirar los saquitos, marcamos y fue como emoción: ‘no puedo creer lo que está pasando’”.

— Cuando vas pasando al lado de los otros globos, ¿hay mensajes entre medio?

— Saludos, nos sacamos fotografías, es muy buena onda. Además, es un ambiente súper familiar.

La historia de Paulina con los globos aerostáticos empezó en 2022, luego de organizar un evento de estas características: “ahí yo volé por primera vez y aluciné. Maravilloso. Dije ‘esto es lo mío’”. Desde ese momento no paró de volar. Se demoró aproximadamente dos años en conseguir su licencia, pues esta disciplina no está muy desarrollada en nuestro país y las condiciones climáticas no son muy favorables.

“Es flotar, es estar solo, en el aire, disfrutar de la naturaleza, del viento. Sentir el viento y esa conexión, porque no tienes un manubrio, no diriges el globo, es la conexión con el viento, es la temperatura, vas sintiendo los movimientos, ves los pájaros y las nubes. Vas en comunicación con la naturaleza”, sentenció la empresaria.